Hoy de verdad necesito tus ojos y tus labios
Tus brazos y tus besos
Pero siempre hay algo más importante. Mi paciencia no ha rendido frutos
y te me sigues escapando como siempre a la luz de tus hondos deseos que
no me permites conocer.
Tus promesas resuenan en mi cabeza como reclamando estos momentos
en que no estás...
Y sigo odiando tu ausencia y aún más tu presencia a medias tintas; tus mentiras
y tus verdades a medias.
No servirá de nada exigir los derechos que no tengo. La solución es desterrarte
de mi memoria y mi corazón a donde no hagas daño. Ahí junto al olvido y las cosas
menos importantes. Donde pueda mirarte sin desearte ni en mi cama ni en tu tumba...