Le he perdido el asco a tantas cosas ya... que el espejo ya
no me refleja.
Que mirar esa figura, que no representa a nada de lo que
conozco o he oído, es sólo una forma más de perpetuar el lento avance.
Las batallas diarias perdieron su valor. El territorio conquistado
representa nada ya.
No hay esperanza en las batallas futuras, ni placer en lo
que vendrá.
Emplear el tiempo que queda aquí. Es todo y nada más.
Desapareciendo. Así nada más... Aquí, sin sentir y sin sentido... En el mundo donde nada pasa. Nada cambia...
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