El universo no tardó en responderme...
La historia comienza así...
Era el viernes 27 de marzo de 2015. El jueves en la noche
avisaron la suspensión de clases por las lluvias del Frente Frío número 42. Mamá se levantó
temprano afortunadamente, y encontró que 7 personas fallecieron por la crecida
de un río. Mamá es corresponsal del periódico de circulación nacional El
Financiero, entonces mandó esa nota. El jueves había mandado la nota del
desafuero del alcalde de Medellín de Bravo, Omar Cruz Reyes, porque la Fiscalía
del estado lo acusa de ser el autor intelectual del periodista Moisés Sánchez
Cerezo, un caso que mamá siguió de cerca y en las manifestaciones, y que
gracias a la red de periodistas que se ha formado, muy rápidamente se volvió
internacional. La jefa de mamá había regresado hacía unos días de su permiso de
maternidad. El jueves, asumió, pasó por alto la nota del desafuero de un
alcalde en alguna parte de Veracruz, pero ese viernes en la mañana, le llamó a
mamá para buscar más información al respecto. En esa junta editorial con los
demás rubros de El Financiero, el área de televisión acordó llevar el desafuero
del alcalde junto con la nota de los 7 muertos y un desaparecido.
Mamá debía entregar el viernes el borrador de su marco
teórico para el proyecto de Conacyt de donde aún es becaria, pero no había
podido avanzar mucho. Con el viernes libre, pensó en dedicarse todo el día a
eso. No contaba con que El Financiero tiene noticieros en televisión cada hora
desde las 3 de la tarde y hasta las 9:30 de la noche, por lo que al menos cada media hora alguien
de algún equipo de noticiero o su jefa directa, Tony, llamaban para alertarla de su entrada con una llamada
en vivo, pedir fotos o más detalles de la información.
Escribir el marco teórico de un proyecto no es algo que
puedas avanzar en cortes de media hora, por lo que en realidad mamá no pudo
hacer nada ese día. Había pensado que se había salvado de entregarlo por la
suspensión de clases pero no contaba con que la maestra pidiera que se mandara
por correo...
Antes de la supuesta última intervención en el noticiero
estelar, el de Alejandro Cacho a las 9 de la noche, mamá vio su nota pero no le
llamaron para grabar su voz ni para pasar el reporte en vivo. La narración de
su información fue de alguien más y al final, en el crédito sólo escuchó:
"con información de corresponsales".
Ya molesta y cansada fue a cenar a casa de Oz mientras le
mandaba mensajes a Tony para saber cuánto le pagarían por todo un día de
trabajo. Mil pesos fue lo acordado. Cenó y a las 10 de la noche inició el marco
teórico. Avanzó lo suficiente como para dejarlo medio formado, pero incompleto.
A las 4 de la mañana, con los ojos resecos, pensó en cerrarlos un rato para que
recobraran humectación.
Ese sábado 28 de marzo tenía programado un curso de
seguridad para periodistas que ofrecía la agrupación Periodistas de a Pie para
compañeros que fueron seleccionados de acuerdo a su perfil.
Mamá abrió sus ojos hasta las 7 de la mañana. Corrió a la
computadora y trabajó un par de horas para terminar de medio perfilar y dar orden
al marco teórico. Decició que llegaría una hora tarde al inicio del curso pero
mandaría algo más o menos decente.
Al llegar a la sede del curso mamá corrió por un café
para mantenerse alerta. La plática circuló por todos los problemas que hay en
las condiciones de trabajo de un reportero en Veracruz. Muy malas en cualquier
sentido fue la conclusión. El café no hizo sino alterar el cuerpo de mamá.
"Yo sentía "la nada". Como si pudiera
tocar ese espacio en blanco entre las cosas. En el curso jugaba con el espacio
entre mi taza y el mantel"...
Cuando se dio el receso para comer en el lugar donde mamá
y sus compañeros tomaban el curso, mamá decidió comer rápido para ir a la USBI
por libros porque ese era el último día antes de vacaciones y quería aprovechar
ese tiempo. En la comida comenzó a sentirse mareada y más alterada. Pensó que
con la comida se diluiría el efecto del café, y aunque así fue, ese proceso
tardó un rato más.
Salió por un taxi y le llamó a papá para contarle lo que
estaba sintiendo. Mamá no sabía lo que pasaba...Llegó a la USBI, recogió los
libros que ya tenía marcados y regresó al curso. Al llegar vio la jarra del
café...y se sirvió un té.
El curso siguió con
un poco más de tensión entre las personas que asistieron, sobre todo los
del sur, pero mamá hizo frente con sus compañeros y terminaron el día con
muchas perspectiva.
Al terminar caminó con Normita, quien invitó a mamá al
curso, y hablaron de la sesión. El discurso de mamá era algo inusual, giraba
más hacia lo que tenían que seguir trabajando y que no debían rendirse. Normita
tomó un taxi a su casa y mamá caminó para la suya. Mientras caminaba pensaba
que esas oportunidades para trabajar era lo que el universo les ponía enfrente
para hacer cambios, para impulsar un nuevo orden de ideas, una sociedad más
despierta a partir de la información. Luego pensó en que el mundo estaba
atravesando un proceso y que todo caminaba en perfecta armonía. Fue recuperando
la sensacion que esa tarde le provocó el café. Sentía cómo al caminar, sus
piernas se momvían a través de la nada. Cómo su falda le abría paso entre el
espacio en blanco...esa misma falda chiapaneca que después de varios años
guardada, por fin le dio permiso de salir a la calle con ella. Pesada y nueva,
durante el día aprendió a usarla.
Después de tanta reflexión perfecta y armoniosa llegó a
casa. Sintió la necesidad de hablar con Mabel y marcó su número. Mientras
calentaba la cena hablaron de muchas cosas. Desde hace mucho tiempo son muy
unidas. A pesar de las distancias y los altibajos, se adoran como hermanas. Al
finalizar la charla mamá se dispuso a ver un documental acerca del Camino de
Santiago y pensó en decirle a papá que antes de diciembre podrían juntar algo
de dinero para ir. Años antes, papá y mamá habían hablado de recorrer ese camino
juntos. Ese camino que une a México con su país hermano, España, y que va de
Santiago Tlatelolco a Santiago Compostela.
Ya era de noche y mamá no había dormido casi nada la
noche anterior. El curso continuaría al día siguiente así que mamá si dispuso a
dormir. Después de colocarse la playera negra que en ese momento fungía como
pijama, mamá fue al baño y se miró al espejo. Desde hacía unos días había
estado sintiendo molestias en los pechos. Los sentía hinchados y más sensibles.
Al verse en el espejo se levantó en ella una sospecha...con un poco de miedo le
escribió a Miriam. Miriam acababa de tener a su bebé. Franco tuvo un baby
shower muy bonito al cual asistió mamá, y nació al día siguiente.
-Cómo te enteraste que estabas embarazada?
-Me dolían mucho los pechos y estaban más
hinchados...porqué?
-Nomas...por nada...
-Estás embarazada
-No...
-Felicidades!!!
-Nooo!!!
A pesar de haberle explicado a Miriam varias cosas...ella
nunca quitó el dedo del renglón. Siempre regañó a mamá para que se cuidara,
dejara de tomar cerveza y café para que comenzara a cuidar a bebé aunque aún no
tenía prueba física de que existía.
Al día siguiente mamá llegó al curso. Miró la jarra del
café. Tomó una taza...y se sirvió un té.
Durante el día pensó que aún no había tiempo suficiente
para que tuviera un retraso...pero de ser cierto quería proteger a bebé desde
el primer momento...y no pasaría nada si por unos días dejaba de tomar café o
licor si fuera por un hermoso bebé.
El periodo de mamá debía llegar entre el 1 y el 5 de abril.
Aunque la noche que le escribió a Miriam también le escribió a papá. Al día
siguiente lo llamó. Él se quedó callado.
-Qué?
-Nada...
-Dime!!
-No te va a gustar lo que te diga
-Dime!! Es peor que no me digas nada!!
-Pues estoy emocionado!!
-Aún no podemos decir nada. Vamos a esperar que haya un
retraso y hacemos una prueba de las caseras.
-Ok.
Papá vivía en Veracruz y mamá en Xalapa.
El primero de abril mamá compró una prueba casera de
embarazo y la guardó. El sábado 4 de abril Mabel tendría el segundo temazcal
desde su siembra, el 20 de marzo también de 2015, así que mamá tendría que
viajar al puerto. Ese sábado papá llegó a casa de los abuelos y encontró sólo a
la primita Regina y a mamá. Usaron un rato la guitarra y en un momento mamá se
fue a hacer la prueba. Papá y mamá estaban muy nerviosos. Tanto que mamá pensó
que pudo haber hecho algo mal durante la prueba y que podría dar un resultado
erróneo.
La prueba no tardó NADA en arrojar un resultado positivo…
Aun así mamá y papá esperaron el tiempo debido. Miraron la prueba. Se
abrazaron.
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