Abordé tus alas y volé a través del arcoiris...
uno donde sólo había felicidad inmensa.
Después, descubrí que tus alas eran de papel
y luego llovió...
Tus alas se deshicieron en mis manos
Mis lágrimas borraron los últimos trozos
que quedaron de ellas...
Ahora camino pisando nubes blancas de algodón.
Todo es blanco...
No hay arcoiris.
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