La soledad de la madrugada, una copa de vino, HoteldulceHotel saliendo de las bocinas y tu recuerdo en mi cabeza.
Tu sexo y mi corazón en un mismo pensamiento...
Tu mirada y mis intenciones en la misma escena...
El reclamo de dejarte atrás obligada y no por gusto, resuena en mis ojos con algo de resentimiento al destino y algo más de satisfacción por no tener que enfrentar tu perfume cerca, mezclado con otro más que no es el mio.
Y el extrañarte se hace costumbre y zona de confort porque es más fácil quejarme de lo que ya fue que enfrentar el huracán que tengo enfrente. El mismo que hizo destrozos en la llave tierra.
El planeta se mueve y nosotros con él. Yo libro mis batallas aquí mientras espero la siguiente sacudida que me vuelva a llevar a tí. Cuando ambos estemos limpios, concientes, listos...
cuandoelalmanecesitauncuerpoqueacariciar....
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