Desperté con el cálido
roce de tu mirada.
La sentí buscándome como
lo hacía también yo.
Esas ventanas que
transparentan lo que tienes dentro.
Por fin se
encuentran. Me acobardo y miro quién está detrás.
Siento miedo. Miedo de
quebrantar la tranquilidad que miro en ellos.
Miedo de romper la
magia que de ellos emanas y la paz que siempre reflejas.
Te busco de nuevo. Te
miro hurgando entre tus pensamientos, y de nuevo me encuentras.
Con esa mirada tuya
me pierdo.
Hablo con cuidado
para no romperte…
El día lo hace por mí
La escena se
repetirá
Mañana
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