3 may 2012

Feliz día de la libertad de expresión!!!


Hoy se celebra el Día de la Libertad de Expresión. Hace cinco días, la periodista Regina Martínez, corresponsal del semanario Proceso, fue asesinada en su casa. En el puerto de Veracruz este jueves encontraron los cuerpos de 2 reporteros gráficos que habían trabajado para el diario Notiver. ¿Cuál es el mensaje entonces para los medios informativos del estado? Ser reportero se ha convertido en una de las profesiones más riesgosas a ejercer, sobre todo en el estado de Veracruz.
El presente que se ofrece al gremio periodístico en el Día de la Libertad de Expresión es lamentable y la pregunta es: ¿Quién sigue?

El dejo irónico de la situación. Ahora hay un aumento en el trabajo y vacantes de empleo…¡en el servicio forense! Denigrante…

2 may 2012

MOONLIGTH


Después de ésta, la luna en Coatepec se escondió y no volvió a salir ...

Ella lo mira desde arriba. Lo sigue mientras sube las escaleras, lo alumbra mientras mete la llave en la cerradura de su cueva y lo mira entrar. Espera que dirija su mirada a lo alto del cielo para contemplarla, pero como en los últimos días después de la estresante jornada laboral él sólo quiere descansar. Tras él cierra la puerta y ella permanece afuera.

Por la ventana, entre las cortinas logra observar cómo prende el estéreo. El álbum blanco de los Beatles suena en las bocinas mientras él saca de debajo de su cama una caja de zapatos y forja un cigarro con un poco de marihuana que logra juntar en el recipiente que alguna vez estuvo casi lleno.

Enciende el imperfecto cigarro, se tiende en la cama y mira el humo dispersarse encima de él luego de formar las figuras de sus pensamientos, como ilustrándolos, cual si se trataran de historietas.

Ha olvidado cerrar bien la puerta y ella mira curiosa la construcción de sus pensamientos que gracias a la hierba se han vuelto gráficos, tecnicolores, como aquella película del grupo que aún suena en las bocinas, en donde todos viven dentro de un submarino amarillo.

Después de un rato de reconstruir con piezas de humo el transcurso del día, con el recuerdo del micrófono en la mano y la pregunta en los labios, sus párpados pesados se cierran.

La luna lo observa enternecida adivinando la fuerza de su mirada a través de sus párpados cerrados recordando la rudeza de esos luceros nocturnos. Completa el cuadro con su perfil, sus marcados pómulos y esos labios de donde tantas veces salió aquella melodía sólo para ella. Su misterio transformado en algunos acordes de guitarra que sus dedos reproducían para ella. La luna guarda su misterio para la próxima noche mientras él se sume en el descanso, donde, secretamente, sueña con esa luna que todavía lo mira dormir.

1 may 2012

¿Por qué?


Desde que era pequeña hartaba a la gente con esta pregunta y he llegado a la conclusión de que las personas se molestan con esta pregunta porque ellos nunca se la han hecho, por lo tanto no tienen una respuesta. Después de muchas veces de encontrar esta misma pregunta ante sus respuestas escuetas y muchas veces sin sentido (señal innegable de la falta de razonamiento de la respuesta), ya no siguen más respuestas sino un tajante porque sí.
Durante el desfile del primero de mayo en la ciudad de Xalapa, Veracruz con el que se conmemoró el 192 aniversario del Día del Trabajo, vi a miles desfilar con gorras, playeras y lonas promocionando a los candidatos priistas. Los protagonistas: Enrique Peña Nieto, candidato presidencial y Reynaldo Escobar Pérez, candidato a la diputación federal por el distrito de Xalapa Urbano.
Al acercarme a los trabajadores y preguntarles porqué traían puesta una gorra de Reynaldo Escobar, o porqué vestían una playera con el nombre de Enrique Peña Nieto, la respuesta fue la misma: no sé.
Aunque dijeron que no votarían por el PRI en las próximas elecciones sí desfilaron usando sus artículos promocionales.
Un contingente que llamó mi atención fue el de las juventudes priistas, encabezado por la regidora quinta del ayuntamiento xalapeño, Corintia Cruz Oregón. ¿Qué no al ser servidora pública pagada por el municipio capitalino tendría que abstenerse de hacer ese tipo de apariciones?
Dicen que la juventud es el futuro del país. Después de verlas desfilar gritando y apoyando a “su partido” no pude evitar sentir miedo al pensar que en manos de esos jóvenes está lo que México será en unos años. En manos de esos jóvenes que no se preguntan el porqué de nada, que en la mirada se observa su desconocimiento de la situación en la que vive el estado, que están en un partido político con la idea de perpetrar el sistema, ese corrupto y saqueador que vive y se da lujos expensas a del pueblo.
Es triste ver un desfile de más de 5 horas en donde la mayoría de sus integrantes ni siquiera sabe porqué está ahí, porqué viste lo que viste y cómo hay gente que se aprovecha de esa ignorancia y de ese desinterés por saber, para llevar agua a su molino corrompido.
Un remanso de esperanza llegó cuando cerca del final del desfile, un contingente formado de organizaciones civiles de Veracruz y hasta de Puebla caminaron frente al presídium oficial del gobierno del estado llevando un enorme moño negro en señal de luto por el asesinato de la periodista Regina Martínez.
Gritando “los queremos vivos a los periodistas” y “en Regina estamos todas”, más de 50 personas exigieron al gobierno estatal el esclarecimiento de este crimen. Ellos sí se preguntan porqué.
¿Acaso es tan difícil preguntarnos porqué hacemos lo que hacemos? Porqué vemos lo que vemos en la tele, porqué escuchamos la música que escuchamos, porqué hacemos nada cuando vemos pasar frente a nuestros ojos algo que sabemos que es incorrecto.
Pregunta porqué y sabrás lo que hay detrás de lo que miras.

La sacudida


Nunca he pertenecido. Pasé mucho tiempo sin hallar mi lugar. Al crecer, la vida me dio la fortuna de encontrarme con más como yo, los relegados, los diferentes. Aún ellos habían encontrado ya a estas alturas su camino. Yo seguía perdida. El asesinato de una compañera de trabajo tuvo que ser lo que me sacudiera lo suficiente como para saber dónde tenía que estar.

El pasado domingo, al empezar a caminar en la manifestación en donde compañeros reporteros, fotógrafos, camarógrafos, editorialistas, enlaces de prensa y muchas de las personas que entrevistamos en el trabajo diario exigimos justicia para este crimen, simplemente lo supe.

Soy reportera desde hace apenas un año. Casi 3 años antes miraba la información desde la “segura” trinchera de la edición, pero el trabajo de escritorio me consumía mientras miraba pasar los hechos diarios a través de una ventana que no eran mis ojos.

Ahora estoy en la línea de fuego, en el campo de batalla donde a diario hablo de lo que observo en la calle, de lo que piensa la gente, de lo que hacen los políticos en el estado, de las acciones del gobierno estatal y las inmediatas en el municipal. Hubo quien me describió, de la manera más decente que pudo, como “nada institucional”, término que en esas circunstancias es totalmente cierto y es sello de mi trabajo.

Regina Martínez, quien fuera corresponsal de la revista Proceso, fue asesinada el pasado sábado en su casa, cerca del barrio de El Dique. El móvil que el gobierno del estado está manejando es que fue un robo, otra de las teorías es que fue un crimen pasional. Los directivos del semanario para el cual trabajara Regina se reunieron con el gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa. Al salir de la reunión afirmaron que no creen en las líneas de investigación de la Procuraduría de Justicia de Veracruz.

Al firmar las notas, salir a cuadro y prestar la voz no hay manera de esconderse.

Caminar con el micrófono de la agencia de información para la que trabajo y con mis pasos exigir justicia y mostrar mi descontento ante el asesinato de una compañera, sentí que pertenecía. Sólo por hacer lo correcto. En una columna leí que a Regina la mataron los pseudoperiodistas que trafican con la información y caen en el juego del poder. Yo lo creo también, porque somos pocos los que ejercemos esta profesión y que no tenemos precio.

Gracias Regina, por las lecciones a los que te conocieron y a los que empezábamos a conocerte.