Esta noche extrañé tu silueta en mi cama. Me hicieron falta tus brazos sobre mi piel y tus labios en mi oído velando mi sueño. Noté ausente el calor de tu cuerpo en mi espada conectándote con mi piel, como si pertenecieran así, juntas, desde siempre.
Recordé tu sonrisa velando mi sueño y ansío repetir el cuadro de tu finitud entre las nubes de mi cama.
Hoy en mis sueños apareces con el recuerdo de ayer, enamorándome con tus palabras y tus caricias. Con el roce de tu piel con la mía que me eleva y nos transporta a ese universo en donde nada más existe. Sólo tu y yo.
La próxima luna traerá consigo mi recuerdo a tu mente, estoy segura. Para que cada noche tengas presente que mis sábanas te esperan; apacibles, cual refugio de tus miedos y pesadillas. Para envolverte en un mundo de ensueño y el más tranquilo de los reposos entre mis brazos.
Descansa corazón, hoy lejos de esta piel que anhela percibirte cerca, pero con la confianza y el deseo de amarte de nuevo y proteger tu sueño de los horrores del mundo que acechan las puertas de nuestro mundo de perfección.
"Te escribo por no perderlo, por no dejarlo. Por no olvidarme que a veces, tal vez sin quererlo, me estés escuchando..."
Fernando Delgadillo
