24 nov 2014

SOY



Hoy sé. Hoy sé quién soy.
Las últimas lunas las he dedicado a sanar, a buscar más allá, a romper mis límites y buscar la luz. La limpieza y la búsqueda han comenzado a rendir frutos y el primero es recordarme, recordarme varias veces. Y recordarme de una manera en la que puedo mirar este y esos otros tiempos para unir con líneas los procesos de cada momento y comenzar a comprender un todo.

Hoy sé y recuerdo que soy polvo de estrellas. Que me lo dijeron siempre y aquí desde muy chica.

Hoy sé que soy y me reafirmo como mexicana a través de los tiempos, recordando a cada paso las enseñanzas de los abuelos, redescubriéndolas bajo la instrucción de nuestro señor Cuahutemotzin. Traduciéndolas y aplicándolas en este nuevo contexto.

Hoy sé que soy comunicadora. Traductora. Una voz. Un megáfono. Siempre estuvo ahí. Sin la sanación no lo hubiera podido haber tomado como verdadero.

Hoy sé que soy magia. Que mis manos y mi ser pueden crear cosas maravillosas más allá de lo que alguna vez me hicieron creer.

Hoy sé que recorro el camino correcto a pesar de que a algunos les parezca lo contrario.

Hoy sé que puedo confiar en mí, en mi intuición, en lo que percibo de este mundo mágico y maravilloso.


El mañana lo diseño yo, con ayuda de la magia, la luz y la creación, buscando siempre trascender, evolucionar.

Mi reto y mi meta, la comunidad.

Mi deseo, regresar a casa habiendo cumplido mi misión.

Hoy sé. Hoy sé que soy. Hoy sé que puedo.

5 oct 2014

HAY Festival Xalapa

El Hay Festival en Xalapa trajo a mi vida de vuelta el periodismo. Por exigencias, por luz en la oscuridad, por mil cosas y experiencias de un mundo que camina. Conocer, reconocer y recordar. Convivir y vivir experiencias importantes de la mano de personas importantes frente a personas importantes. Aquí una quepeña reflexión del escritor español Ray Loriga acerca de los escritores y su papel en el tiempo en el que viven.

“Un escritor tiene por un lado una consciencia social y pertenece a su tiempo. Y por otro lado tiene una consciencia intima que le pertenece a sí mismo. Entonces no se puede obligar a nadie a participar en batallas que a lo mejor no le pertenecen a su propia escritura. (…) No es posible obligar a los escritores a hacer un ejército en una causa pero creo que cada vez más escritores son conscientes del tiempo en el que viven y al que pertenecen”.

15 ago 2014

Usted

Usted es como el universo. Cuando lo miras de cerca observas cosas bellísimas. Tanto que te roban el aliento y te quedas ahí, prendado de su belleza, de su movimiento, de su naturaleza. Y puedes pasar eternidades mirando esas increíbles cosas olvidando que son solo una pequeña parte del gran universo.
Para mirarla a usted y conocerla hay que tomar distancia. Para mirarla toda. Para comprenderla. Para admirar cada una de todas sus bellas partes. Por separado, juntas, conformándola a usted.
Y al tomar distancia y no sentir su piel ni tener el estímulo de su olor impregnando mi respiración uno se vuelve racional. Y comienza a pensar en las cosas terrenales, en el tiempo, en los proyectos, en los objetivos. Y en cumplirlos y en cómo hacer para mantener los que se han planteado desde hace tiempo. Así uno va tomando resoluciones: reducir el tiempo del placer, correr, dormir temprano. Leer el doble, más rápido. Escribir mucho, de todo.
En la mente todo es tan sencillo. Objetivos perfectamente alcanzables. Sinceros. Es lo que debo hacer, uno se asegura.
El siguiente paso es comunicar lo decidido. Hoy la miraré. Hoy lo anunciaré, uno se convence.
Entonces llega el momento, usted llega con todo su universo vistiéndola cual capa protectora contra el mundo. Ataviada con los perfectos accesorios de sus ojos a juego con su sonrisa. Luciendo su cabello negro, estallado de brillo y caricias. Perfumada con el olor de la perfección, de la sensibilidad, de la humanidad.
Aterriza en mis labios esfumando cualquier esquema mental bien construido y cimentado, desvaneciendo el plan, la intención, las decisiones.
Cuando deja ver su universo caminando por ahí, los planes de la mente no logran ser atrapados en el discurso que sus oídos escucharán. Simplemente no caben porque son de un lenguaje diferente al que hablamos cuando nos miramos.
Apelo a la belleza de sus ojos para que contagie estas palabras y de forma sutil nos sirvan de puente entre mi caótica mente y su hermoso ser.
Hoy le entrego mi corazón. Caótico, en construcción. Una obra negra que hubiera deseado que usted la hubiera encontrado lista y confortable para habitarla sin problemas.
El caos no lo permitió. El mismo caos que aun me desequilibra y me arroja a los extremos de todo. Hoy le ofrezco quererla. Hoy le ofrezco todo lo que hoy le puedo brindar.
No sé si la libertad que usted ha mirado sea cierta o solo un espejismo que me ha consumido, pero es lo que me hace diferente, inestable.
Por eso hoy solo le puedo ofrecer el hoy.
Si usted decide aceptar mis posibles derrumbes y huidas, mis quiebres y mi oscuridad, me hará feliz y yo le prometo buscar la forma de compartir esa felicidad con usted para volar a la par.
Mañana, cuando vuelva a encontrarse con estas palabras recuerde lo que le he dicho. El hoy es nuestro, si usted así lo quiere.

8 ago 2014

'Periodismo del nuevo milenio: más allá de internet'



The power of people



We live in the world that your propaganda made
But where you think you are strong you are weak
Your lies tell us the truth we will use against you
Your secrecy shows us where we will strike
Your weapons reveal your fear for all to see
From Cairo to Quito a new world is forming

The power of people armed with the truth

25 jul 2014

Balance

Abrí los ojos. Mi cuerpo aún vibraba. Me encontré con sus ojos, tenían el brillo de quien acaba de presenciar un espectáculo natural; hermoso, pleno; profundo como el fondo del mar, inmenso como el cielo azul.
Se recostó encima de mí escuchando mi corazón que todavía latía con ese ritmo rápido que poco a poco va bajando de intensidad. Acaricié su cabello, la piel de sus mejillas, tan tersa, tan limpia; húmeda para mí, por mí.
Respiré hondo. Mis pulmones se llenaron de aire impregnado de vida, igual que la escena que presenciaba el universo de nuestro cuarto: las 2 desnudas, tumbadas en la cama cubiertas por el cuerpo de la otra, envueltas en el calor del amor genuino.
Hoy, aquí, tu y yo. El mundo detenido, sin girar, esperando a que decidamos romper con el magnifico cuadro. Antes pasarían horas.
En ese momento lo supe. Grabaría ese momento de eterna paz en mi mente, en mi corazón para recordarte siempre, estés donde estés.

1 jul 2014

Vainilla

Hoy encontré tu olor a vainilla en la calle. Ese aroma dulce con el que te recuerdo de hace años.
Fue agradable que regresaras a mi mente en esa imagen que duró segundos, de la forma en que te guardé dentro de mí hace ya tanto, entre miradas infantiles y mi el deseo de la niña que comienza a dejar de serlo entre tus manos.
Aún te quiero.
Te dejo un beso que aunque dure lo mismo que ese aroma, se queda siempre flotando en la distancia que nos ha de separar.

6 may 2014

Tratado del llanto

Me gusta llorar. Sí.
Porque creo que es mi forma de sentir.
Y siento mucho. Demasiado tal vez.
Tal vez más de lo saludable,
pero en la cantidad suficiente como para dolerme, o rebasarme.

Lloro de coraje, de impotencia.
Lloro de inmensidad, de pequeñez.
Lloro de enormidad y de tristeza.
Qué tiene de malo sentir?

En este mundo capitalista y globalizado el sentir se ha reducido a la sensiblería mercadotecnica que encierra un vacío y caro 14 de febrero; en el entendido de que quien llora no resistirá nada, se doblará enseguida. Pero que esa teoría sea probada con el guerrero Nezahualcoyotl, quien siendo poeta vivió bajo la estirpe del honor, la luz, la verdad y lo divino del arte de la palabra.

Prueben entonces a la descendencia de esos inigualables guerreros, a sus herederos, esos que no encajan, que no han encontrado un lugar en esta sociedad que marca como tendencia lo que debería desaparecer. En este mundo que resalta como lo in, lo cool, lo deseable, todo aquello que no permanece, que se rinde.
Un guerrero no se rinde. Pero esta filosofía le queda grande al capitalismo que encierra dentro de sus fauces al endeble que no conoció el honor y la justicia.

Hoy los guerreros son desterrados y mal vistos por tomarse en serio estos conceptos. Pero hermanos, os digo con esperanza, el corazón de cada persona será la forma en que se defina su destino.

4 may 2014

Carta al espejo jaguar

Cuando me encontraste era apenas una cachorrita. Siempre jugamos con violencia y a ella me hice adicta. Y heme aquí, jugando el mismo juego de hace años...



Tu y yo. Siempre intenso. Siempre caótico. Siempre violento. Tan ajenos y tan iguales.
La violencia prevalece. Nos hace extraños. 2 minutos después recordamos, en aras del tiempo?, que nos queremos. Un abrazo un "tequiero" a regañadientes, pero que viene del corazón.
No es en aras del tiempo nada más. No conozco la razón, puedo especular, pero sí. Te quiero.
Te quiero porque nos parecemos. Porque somos violentos, intensos. Te quiero porque compartimos. Porque en este mundo la gente ya no permanece, se abandona.
Qué otra cosa seríamos si no fuéramos lo que somos? Seríamos el guerrero cholulteca capturado por españoles y obligado a arar la tierra para cosechar el tributo a un idiota barbado que vino del mar. Y ya sabemos el desenlace de eso...
Te quiero por compartir la fuerza. Por compartir la idea de lo que es el honor y la justicia. Por mantenerlo y vivir así.
Te admiro más de lo que te lo he dicho. Siempre ha sido así. El tiempo sólo ha venido a sellar y perpetuar esa admiración.
Con lágrimas en los ojos, tan fuertes como las que provoca la casa de unos hermanos que se batieron por hacer lo que consideraban correcto, te pienso entre nubes y montañas. Y repaso el sentimiento, ese que a pesar de las distancias y los tiempos, los desacuerdos y los egos, nos mantiene unidos.
Definenos. No es posible. No hubiéramos funcionado pero nos queremos y es con lo que me quedo. Una vez al año tu mirada sobre mi.
Gracias por ser ese espejo, enorme, fuerte, del que nunca he dejado de aprender, aunque mis formas aún tengan que evolucionar mucho para dejar de lastimarte.
Te dejo un beso eterno y las eternas gracias de tu mirada y tu corazón.

30 abr 2014

Etnografía prohibida

Miró su cabello, su piel, sus manos, sus dedos. Su piel. Blanca, no, ligeramente apiñonada. Un dorado ocre a un nivel tan ligero que brilla solo.
Es joven. ¿Qué hace vestida así? Es bibliotecaria, se respondió.
Cabello lacio, negro, corto. Lentes. Aretes pequeños. Sin más accesorios, sin cadenas, ni anillos. Una pulsera muy brillante rompe con toda la sencillez de su aspecto.
Blusa blanca con un escote salvaguardado por una segunda tela que cubre el espacio que dejaría ver el inicio de sus pechos.
Cubre sus brazos con un chal de un verde tan aburrido que ya ni las señoras de más de 70 años emplean en su vestimenta.
Pantalón oscuro y botas de piel tan discretas que se pierden.
Habla de una forma tan correcta, pensó. Es tan dedicada, seria. Comenzó a dudar… ¿Cómo se vería su cara con su cuerpo en mis manos? ¿Cuál sería su expresión?, ¿cambiaría de ser tan correcta mientras le provoco un orgasmo? ¿A qué olería su piel, sudada, escurriendo entre mis brazos?
Los movimientos de su boca mientras habla, sus gestos, son tan gerontales que contrastan con la juventud de su rostro, igual que su ropa, y sus colores.
Idalia se revolvía desde su silla de la biblioteca mientras la miraba, las consultas obligatorias de cada martes en la tarde se hacían más difíciles de concretar. Pedía sus libros y se sentaba. Aunque los abría e intentaba revisarlos, aquellos gestos y movimientos llamaban a sus ojos.
Después de varias semanas lo decidió.
La llevaré a la cama.
Esas dudas la retenían mirándola y la volvían loca. ¿Cómo se escucharían sus gemidos? ¿Cómo se moverán sus caderas en mis manos? ¿Cómo se sentirán sus pechos entre mis dedos? ¿Qué sabor tendrán sus pezones? ¿A fresa como las mujeres de Sabina? ¿Mis dientes romperán la pie de su cuello mientras lo muerdo?
Quería saber cómo sería sentir sus fluidos escurrir, escucharla gemir, quejarse. Romperle los labios a mordidas, jalar su cabello mientras la penetra y verla revolcarse en un orgasmo violento, rojo, mojado y exhausto. Mirarla tendida en su cama, agotada, sin fuerzas para moverse y poder escudriñar la totalidad de su cuerpo. Descubrir todos sus lunares. Observar en qué sentido crece el vello de su pubis y lamer el punto exacto en el que termina su espalda. Delinear con sus manos la curva de sus caderas y con sus dedos la entrada de su vagina. Mojar con su lengua el clítoris y sentir como se mueve su cuerpo en respuesta. Mirar el contraste de su cabello, siempre perfectamente acomodado, esta vez estallado en la cama y revelar el misterio de sus ojos después de la violencia y el orgasmo.
Idalia se levantó de su asiento. Caminó para acercarse. Al instante ella salió del mostrador, se dirigió a la puerta de entrada. Un hombre alto, fornido, ojos claros y piel perfecta esperó su llegada, la tomó de la cintura, caminaron abrazados unos metros mientras Idalia los miraba alejarse. Después de unos pasos ambos se hundieron en un beso, sencillo, dulce.

Idalia guardó sus libros y tramitó la tarjeta de la biblioteca para el préstamo a domicilio.

29 abr 2014

Regina. 2 años...

Yo no conocí a Regina Martínez. Yo no intercambié con ella más que un “buen día” al llegar a alguna conferencia. Sabía que había una Regina Martínez que era corresponsal de Proceso en Veracruz pero nunca relacioné esa idea con su imagen.
Hace 2 años yo no estaba en Xalapa. Era un sábado. Justo como a esta hora me llegó la noticia. Un angelito tatuado pegó un link en una nota de Imagen del Golfo. Lo primero que leí fue la cabeza de la nota. Luego vi su foto. Ahí supe quién era. Relacioné la idea con la foto de la nota. La misma imagen que yo había visto el lunes de esa semana en la conferencia del PAN. Ahí la veía mucho. Ahí y en Plazoleta, en donde suelen ser las conferencias de varias organizaciones civiles.

Dormí fuera de Xalapa. Lo que pude. Dando vueltas en mi cabeza la idea de lo que había pasado. Estaba en una especie de shock. No estaba muy consciente de la situación. Ese domingo en la mañana tomé mis cosas y me fui.
Al llegar a Xalapa el centro que siempre está vacío a esa hora del día se comenzó a llenar de gente. En el ambiente se sentía lo que había pasado. Pocos hablaban. Nos veíamos las caras. Marchamos.
Recuerdo que al vestirme busqué la única playera blanca que tenía en mi guardarropa.
Estaba conmocionada. Yo no sé los demás pero a mí me dolió saber que habían asesinado a alguien que estuvo junto a mí, aún sin conocerla, era otro ser humano. Uno muy valioso por lo que cuentan los que sí la conocieron. Quienes sí fueron sus amigos.

Conforme pasó el tiempo caí en la cuenta de las magnitudes del hecho. De lo que significaba y de lo que implicaba. A pocos vi que les doliera. Quien es reportero o ha trabajado en medios sabe que el gremio no es muy unido. El colmo de saber este hecho me llegó cuando un abogado me hizo el comentario: “Nunca he visto peor gremio. Aquí todos se apuñalan por la espalda, le echan tierra al otro. Sé de todo lo que se dice de los abogados pero nosotros cuando terminamos un juicio nos damos la mano. Es chamba. Pero los reporteros no son así, se traen cargando sus envidias y no tienen miramientos para meterle el pié al que crea que le estorba”.
Ese día y los que siguieron fue una muestra mayor de lo que todos los días observo. Algunos ponían cara ausente, “pos pa aparentar”. Otros vomitaban su ego proponiendo acciones “para que se viera que el gremio estaba indignado” (subtexto: para que el país viera que ELLOS estaban “indignados”). Los jóvenes no tomaban partido, parecían no tocarlos. Ellos sí se miraban ausentes, como si el asesinato de un compañero no fuera algo que les atañe.

Entre las flores y las pancartas ese domingo nos bajamos de la plaza Lerdo. Nos acomodamos en la avenida Enríquez, frente al palacio, casi como formación. Recuerdo muy bien ese primer paso.
Siempre he sido así, pero el periodismo me ha hecho más segura. Más fuerte. Y lo que más agradezco que me ha dado mi trabajo es reforzar el hecho de que yo no le debo ningún respeto a una autoridad que no la merece. A una autoridad corrupta, injusta, ausente. Podrida.

Recuerdo que tenía una pancarta en mis manos. Comenzamos a avanzar. Cuando di ese primer paso fue como atravesar un umbral. Observé que nos observaban, nos tomaban fotos. Todos caminábamos. Estábamos ahí por el asesinato de Regina. Sabía que después de dar ese paso no habría vuelta atrás. Y lo di tan segura… tan segura como estaba de todo en lo que creo.
No sería la última vez que marcharía. Por Regina, por Goyo. Y no sería la única acción que realizaría de ahí en adelante por defender lo que creo. Lo justo. Como siempre.

Ahora me transformo y busco transformar. “Si quieres cambio verdadero pues camina distinto”. Ese es mi reto. Así lo haré. Ojalá más comiencen a pensar que las cosas que les dijeron que eran imposibles o que siempre se han hecho de un modo están más cerca de ser posibles y tan diferentes a lo que siempre han sido.

25 abr 2014

http://www.consentido.com.mx/estilo-de-vida/2014/04/23/que-tipo-de-cuerpo-eres


http://themetapicture.com/21-food-hacks-thatll-make-you-run-for-the-kitchen/

22 abr 2014

Good bye

Sometimes I look back and no matter how much I miss you, I don't want you here.
Still, I look back and see how pretty we were together and how great your arms felt around me, and I can't help missing you.
You don't even remember me, not a bit. And I don't need to remember you. But we both were there, and I can't yet change that.
If life is about movement your rock is too heavy to carry it with me. So thanks for the moments, they were awsome. But I'll keep my search for someone more ligther than a rock.

31 mar 2014

Eres tan dulce como el tarro de miel con arándanos del que tomo una cucharada cada que lo necesito...

26 mar 2014

Tus ojos

No me da tanto miedo levantar una pancarta o marchar por la libertad de prensa pero acercarme a decirte hola puede provocar un terremoto en mi cabeza....















Ernesto Cardenal

21 mar 2014

Caballerosidad en tiempos modernos




La condesa llegó al enorme salón ataviada con los ropajes más adecuados para la ocasión.
A lo lejos, el barón de Montesinos la miró y con un ademán la invitó a acercarse con él. La tomó de la mano y con una reverencia saludó a la recién llegada. Ella lo miró y asintió con la cabeza en señal de agradecimiento por la atención.
El barón retuvo su copa y preguntó a la condesa si quisiera degustar la bebida que esa noche la casa había preparado para el evento. Ella miró a su alrededor corroborando lo especial de la bebida en esta ocasión por lo que aceptó.
Presto el barón corrió junto a los camareros por una copa más y en un instante la depositó con una reverencia en la mano de la joven. De sus labios salieron palabras de agradecimiento al tiempo que el barón la invitaba a tomar asiento en la sala del elegante lugar y compartir el momento con los demás miembros de la realeza de la ciudad capital.




Cumbre Tajín, área de prensa del nicho de la música

12 mar 2014

El ausente hecho de la realidad inexistente



La experiencia en esos labios y en esas manos es 
de doble filo un arma peligrosa.

El cabello largo, lentes oscuros y largas piernas enfundadas en esos jeans negros al más puro estilo rocker que aún conserva después de haber pasado los 20 hace mucho.

Me mira, me pone a prueba. Me susurra al oído halagos que alguien con un par de neuronas entendería. Contesto la flor. Agradezco. Nos miramos.

Lo miro, no sé si paso su prueba.

Cual tentación continúa mirándome y me ofrece mis deseos. Los toma y los envuelve en este espectro de niebla enrarecida por su complejo de persecución y la constante reafirmación de que él sabe lo que hace aunque yo no.

Se acercan. Saluda. Me presenta.

La constante reafirmación de que él sabe lo que hace aunque yo no.

Platica, hace llamadas. Nada es fortuito. Su presencia tiene un propósito aunque yo no sepa cuál. El café que bebo también.

La constante, peligrosa, incierta reafirmación de que él sabe lo que hace aunque yo no.

Me noto distraída. Me toma de la cara. Me mira a los ojos. Se preocupa.

Siempre tiene una respuesta a todo. Lo hago notar. Lo considera una maldición. Yo lo agradezco. Él también. Nos miramos. Sonrío. No pude más.

Encuentro el fondo de la taza. Él ya pagó. Tomo mis cosas. Caminamos. Me doy cuenta de lo alto que es. De la fuerza que despide con su cabello abajo del hombro y lentes de sol. Se mueve entre el centro saturado de gente ordinaria de forma tan natural que resalta de inmediato.



Me da un beso en la mejilla. Me toma de la barbilla. Me cierra el ojo. Me doy la vuelta. Tomo mis audífonos y me sumo en la versión de Across the Universe de Happiness is a warm gun para relajar mi dolor de cabeza y el nerviosismo que aún me recorre. 3 años después, sigo sin saber si he pasado su prueba.

27 feb 2014

Mi vida perfecta

Hoy disfruto salir al balcón a enfriarme la rodilla con el viento de la noche que apacigua el ambiente de la lluvia recíen acontecida. Desde donde percibo la ciudad capital tan aparentemente tranquila con los perros guardados en las casas sin sus ladridos, y tan silenciosa que sólo se escuchan los rumores de los amantes quienes no se preocupan por la cotidianidad del mañana y a media noche se disfrutan espectantes con la luz de la luna.
Hoy vivo feliz, tranquila y llena de las revoluciones que me plantee a los 20.
Hoy sigo siendo la que hace años. Mejorada. Evolucionada. Feliz.
Hoy, vivo viviendo.

23 feb 2014

Laoz

Tu imaginación es inacabable. (...) #pequeñosmilagros eres como el hada de esa pelicula. Ella sabe que no es de este planeta pero está atrapada aquí y decide que si va a tener que vivir aquí algo bueno debe pasarle...

30 ene 2014

Traveling the past

La estación de trenes, desde hace tanto sola, deshabitada. Aún con trabajadores. Sin más personas... Sin historias que contar...
Los pasillos, ajenos a la carga, al movimiento puramente comercial, permanecen antiguos, inamovibles. Expectantes. Esperando que alguien regrese para abrigar con sus techos a las madres que esperan a sus hijos. A los jóvenes con sus ramos de rosas que ansían encontrarse de nuevo los ojos de su amada.
Las vías, ya con óxido y desacostumbradas al trabajo, al movimiento, urgen las historias del padre de familia que viaja a la ciudad capital a trabajar para llevar qué comer y un poco de dinero.
El ayuntamiento de Xalapa podría revivir estas historias al analizar la factibilidad de tomar las aún existentes vías del tren, las rutas, los vagones, la misma empresa, Kansas City Southern de México, y volver a albergar a la gente para que estas antiguas paredes vuelvan a contar sus historias.

19 ene 2014

Proceso: de quien gobierna nuestro país...


Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, advirtió que al considerarse “primero seres humanos ávidos de sobrevivir y luego mexicanos dispuestos a morir por el país” incurren en el delito de “altatraición a la Patria”.


http://www.proceso.com.mx/?p=362524

14 ene 2014

De viajes entre sábanas



Él envuelto en la delgada sábana que cubre la cama, respira aún agitado por el esfuerzo de explotar y en un segundo volver a nacer en el cuerpo de ella. Ella recostada junto a él, mira el techo. Lo mira, sus ojos están cerrados. Ella va hacia el buró junto de la cama y coge su celular.

Abre aplicaciones sin mirar. Avanza entre publicaciones sin sentido. Se detiene en una. La foto del perfil, no la publicación. Unos ojos brillantes resaltan. Opacan todo lo demás.

Él, con la respiración menos agitada, voltea y la mira. Ella no lo nota y continúa mirando la foto. La amplía para grabarse esos ojos en la memoria. Sin moverse afirma: “me gusta. Mucho”. “¿Porqué no estás con él?”, le pregunta. “Porque tiene los 3 puntos que tienen los hombres que me gustan: vive lejos, tiene novia y no le gusto”.

Él la abraza. Comienza a besar su cuello. Ella deja el celular en el buró y mientras él la sube sobre su cuerpo ella le murmura en el oído: “De Puebla sólo conozco bien tu cama”.

13 ene 2014

Ella


“Nos vemos muchas cosas. El corazón, lo dudo”. Se paró de la cama. Se vistió, tomó su abrigo y salió de la casa hacia el frío viento de un enero en la ciudad.

Él no pudo decir nada. La miró tomar su ropa. La siguió con la mirada hasta la puerta y al oírla cerrar asomó su cara a la ventana para verla partir. Sabía que la vería mañana, bella como siempre. Ausente, dejándose tocar por esos dedos que la amaban con caricias esperando ella dejara abiertas las persianas de su alma para mirarlo de regreso. Eso no ocurriría.