6 abr 2013

Veda


El rayo de tu sonrisa iluminó las sombras donde me encontraba. Me ayudó a abrir los ojos y comenzar a caminar contagiada de tu sonrisa.

Pero ese rayo duró lo que tardé en dar dos pasos hacia ti y como ráfaga de viento desapareció tu luz que comenzaba a marcar una dirección distinta.

Tu sonrisa era bella, tu mundo apetecible. Mi mente acorde y tu vida el perfecto misterio. Aún así te fuiste.
¿Será que las alas que busco todavía no crecen en ti? ¿Será que las miradas de ojos con diferente color aún no llegan al mundo donde habito? ¿Será que los cuentos se quedarán en historias ficcionadas nacidas del viento empujando hojas secas, marchitas, caídas y revueltas con tierra y basura, permanecerán para siempre vedadas?

Continúo en las sombras, donde el frío comienza a dar calor junto a las rocas, antiguas y mudas, que empiezan a cobijarme con sus sensaciones ajenas como principal compañero de viaje en esta cueva en donde a kilómetros la ausencia de un nuevo rayo se hace presente, aplastante.

1 abr 2013

Ojos claros...

Sus ojos profundos y tristes.
Me pierdo en su mirada tan rápido...; como reconociendo mi dolor en esos mismos ojos.